Annual Ultrafondo GCC 2025
Alexander Vargas Sanabria
El pasado domingo celebramos una nueva edición del Annual Ultrafondo GCC. Una jornada que nació con cuatro rutas diseñadas para retarnos físicamente y, al mismo tiempo, fortalecer la unión entre amigos y familias.
Distance: 342 km
ELEVATION GAIN: 3.371m
TIME: 17 hrs
El inicio: 4:45 a.m. en Gatineau Park
Junto a Laura C. y José F. partimos desde el estacionamiento P3 de Gatineau Park con un objetivo claro: completar 396 km y 3.200 m de desnivel positivo. Nos acompañaba también Luis Ramírez, quien tenía la meta de sumar 200 km y 2.100 m. Decidimos tomar la mayor cantidad de pathways posibles para salir hacia Dalton. Queríamos minimizar el contacto con automóviles y evitar riesgos innecesarios, sobre todo en las primeras horas de oscuridad.
A las 5:45 a.m., Francisco S. y José A. arrancaron desde Dalton. Su “Grupo A” (Francisco S. y José A.) tenía la misión de apoyarnos en la primera parte de la ruta con un recorrido de 50 km. Su compañía fue clave: marcaron el paso, nos guiaron hasta Papineauville y lograron que el inicio se sintiera mucho más llevadero.
Chemin Kilmar: montaña y grava inesperada
Al despedirnos del Grupo A, seguimos por la carretera hacia Montreal hasta el desvío en el kilómetro 105 por Chemin Kilmar. Sabíamos que ahí empezarían los segmentos más duros de montaña, pero no previmos lo que vendría: más de 15 km de camino de grava. Con llantas poco adecuadas para ese terreno, lo afrontamos con cautela y paciencia.
Al salir de la grava encontramos un oasis: Le Rescafe, un restaurante comunitario donde ordenas, comes y al final decides cuánto pagar. El desayuno fue delicioso y la experiencia, única. Pero hubo un precio oculto: esperamos casi 45 minutos para que nos sirvieran, un retraso que nos costaría caro más adelante.
El relevo del Grupo B
Mientras terminábamos de desayunar, alrededor de las 11:00 a.m., el Grupo B (Christian A., Danilo B., Humberto M., Guillermo B. y Sebastián C.) partía desde Papineauville. Su meta era recogernos en Mont-Tremblant para completar 180 km y 1.630 m de desnivel positivo.
Repechos, descensos y Mont-Blanc
La ruta hacia Mont-Blanc fue brutal: repechos encadenados al 12 % y 15 %, descensos técnicos con algo de tráfico y diferentes calidades de asfalto que estiraban y desordenaban el grupo. Eso sí, los paisajes fueron tan variados como exigentes: bosques, cuerpos de agua y ese aire fresco que te recuerda por qué amamos tanto estas rutas.
En Mont-Blanc recargamos agua y comida antes de encarar el tramo hacia Lac Supérieur. Fue uno de mis favoritos: un camino amigable para ciclistas, rodeado de árboles y lagos, que me recordó a nuestro Gatineau Park. Pedalear allí me hizo sentir muy bien, recargados con cada postal que asomaba después de cada curva.
Encuentro
A las 4:00 p.m., hora y media más tarde de lo planeado, finalmente almorzamos en Mont-Tremblant junto al Grupo B y varias familias. La mesa se llenó de risas, anécdotas y algún susto contado en clave de humor. Fue un momento breve pero cargado de energía emocional: comer juntos y sentir el apoyo de los nuestros era justo lo que necesitábamos.

Oscuridad, tensión y llegada a Papineauville
Arrancamos con paso firme junto al Grupo B, intentando mantenernos unidos en cada repecho. Sin embargo, la oscuridad cayó más rápido de lo que esperábamos. Pronto rodábamos en pequeños grupos, cada uno tratando de seguir la línea blanca de la carretera para no perder el rumbo.
Fueron dos horas de pura tensión: caminos con imperfecciones, cero iluminación, falta de coordinación y la necesidad de mantener la calma. Al final, logramos llegar a Papineauville sanos y salvos.
La decisión
Ya en Papineauville, la conversación cambió de tono. Estábamos fuertes físicamente, sin síntomas de desfallecimiento, pero la ruta imponía un riesgo que no podíamos ignorar y nuestras familias había preocupación. Somos hijos, parejas, padres, hermanos… y en ese momento entendimos que el verdadero peligro no era la fatiga, sino la imprudencia de continuar en condiciones inseguras.
El grupo decidió parar. Cerramos la jornada con 340 km acumulados, algo desanimados pero satisfechos. Más allá de los números (PR-Longest Ride), lo que nos llevamos fue un aprendizaje colectivo y un vínculo aún más fuerte.
Nuestras rutas
Grupo Principal – 340 km / 3.496 m D+
https://www.strava.com/routes/3398006154954762358
Laura C, José F, y Alexaner V
Grupo Luchito – 240 km / 2.641 m D+
https://www.strava.com/routes/3398005915197260918
Luis R.
Grupo A – 134 km / 981 m D+
https://www.strava.com/routes/3396879635124171308
Francisco S. y José A.
Grupo B – 180 km / 1.630 m D+
https://www.strava.com/routes/3396552928071332158
Chisrtian A., Danilo B., Humberto M, Guillermo B, y Sebastián C.
No logramos completar los 396 km iniciales. Sin embargo, lo que conquistamos fue mucho más valioso: la certeza de que la fuerza de GCC está en el espíritu colectivo que nos cuida, nos anima y nos mantiene soñando juntos.